Aunque Lago di Como bien se merece 4-5 días para visitarlo con tranquilidad y disfrutar de cada uno de sus pueblos, sois muchos los que elegís Milán y Lago di Como para un fin de semana largo o puente (3 días) y nosotras, aunque lo juntamos con Cinque Terre, fue ese el tiempo que le dedicamos a esta zona. Así...
24 horas en Helsinki
1 día en Helsinki no da para mucho, pero en nuestro caso nos ahorraba casi 150€ por persona en un vuelo al sudeste asiático así que decidimos aprovechar la oportunidad para conocer esta ciudad que, aunque no sea de las ciudades europeas más bonitas que he visto, tiene su encanto. En un día nos ha dado tiempo a visitar bastante bien el centro, descubrir que toda la cartelería está en dos idiomas: finlandés y sueco y que claramente es un país con una calidad de vida envidiable (a pesar de las bajísimas temperaturas que viven en invierno).
Mi lista de lo que no os podéis perder si visitáis Helsinki:
Catedral de Helsinki y la plaza del senado: es uno de los grandes símbolos de la ciudad y su centro neurálgico. La plaza está llena de paraditas para tomar algo en verano y nos han dicho que es donde ponen el mercadillo navideño en invierno. Nosotros nos encontramos con la cúpula de la catedral en obras y aún así nos pareció muy bonita; tendremos que volver cuando la hayan rehabilitado. En el centro se encuentra la estatua del zar Alejandro II, impulsor de Helsinki como capital de Finlandia. Del interior de la catedral no podemos opinar, nos habían dicho que no valía la pena y como teníamos tan poco tiempo, decidimos dedicarlo a otras zonas.
Biblioteca de Helsinki: sin ninguna duda lo mejor que hemos visitado en la ciudad. Es un edificio enorme y acristalado, con una azotea a la que salir a tomar algo o simplemente a leer. En la planta baja había gente jugando al ajedrez y en las superiores, a parte de una variedad infinita de lectura, encontramos salas de costura con máquinas de coser, impresoras 3D, una selección increíble de juegos de mesa, una cafetería preciosa… se nota que hablamos de un país con una altísima calidad de vida y que tienen que pasar muchos días en interiores debido al mal tiempo.
Catedral ortodoxa Uspenski – un edificio rojo con cúpulas verdes y doradas que me ha gustado muchísimo. Tiene una ubicación privilegiada, con unas bonitas vistas al puerto. El interior se puede visitar gratis aunque nosotros no entramos hasta dentro porque había misa. Nos quedamos un rato a verla desde la puerta, siempre me llaman la atención los ritos de las diferentes religiones. Alrededor de la catedral hay un puente lleno de candados dónde hay una vista muy chula de la catedral.
Parque Sibelius - la zona verde más famosa de la ciudad y el lugar más alejado al que fuimos. El punto angular del parque es el monumento metálico de 600 tubos de acero en honor a Jean Sibelius, un famoso compositor finlandés. Dicen que cuando sopla el viento, los tubos producen música. No tuvimos el honor de escucharlo pero nos encantó pasear por el parque. Aunque llegamos con el tranvía, decidimos volver al centro de la ciudad dando un paseo al lado del mar pasando por el Café Regatta, un rincón precioso, al lado del agua, al que dijimos que volveríamos seguro en nuestra próxima visita a la ciudad a probar sus famosos cinnamon rolls.
Mercado viejo (Vanha Kauppahalli) – aunque pequeñito, vale la pena visitar este mercado ubicado en el puerto restaurado hace poco. Está lleno de tiendecitas de salmón y otras comidas típicas. Nos ha llamado la atención el precio del caviar: el bote de medio kilo, ¡3200€!. Nos pareció el sitio ideal para comer o cenar y probar comida típica (y algo gourmet) aunque quizás no es la mejor opción si llevas un presupuesto ajustado.
Plaza del mercado – justo delante del mercado viejo, se encuentra esta zona llena de tenderetes que entremezclan puestos de comida tradicional (tanto para comer in situ como para llevar) y paraditas de souvenires. Hemos visitado la ciudad en pleno agosto y nos ha sorprendido ver mantas, abrigos y guantes en todas las tiendecitas.
Tori – es el barrio entre los mercados y la plaza del Senado. Tiene calles adoquinadas muy monas con guirnaldas de banderitas que junto a las casitas de colores hacen que sea paseo muy recomendable.
Esplanadi – es un boulevard que une la estación central con la zona del puerto, así que seguramente pases sí o sí. Se encuentran las tiendas más lujosas de la ciudad y algunos cafés preciosos. Nos ha sorprendido lo muy cuidados que tienen todos los jardines y este camino no es una excepción: toda la zona que bordea el paseo central está cargada de flores de colores expuestas de forma elegante y cuidada.
Allas sea Pool – solo lo vimos desde fuera pero son unas piscinas al lado del mar: dos de ellas calientes y otra a temperatura ambiental. En pleno agosto no tenía mucho mérito que tuviesen bañistas: ¡me gustaría ver que pasa en diciembre!. Aunque no entréis vale la pena subir las escaleras del restaurante del propio complejo para tener unas vistas bonitas del puerto, la noria y las piscinas.
*Bonnus Track* : Lonna – aunque no nos ha dado tiempo, si hubiésemos tenido un día más en la ciudad hubiésemos cogido un ferry para visitar esta pequeña isla muy cerca de Helsinki con una de las saunas más famosas de la ciudad por estar completamente rodeada de naturaleza. Es una experiencia que se nos queda pendiente para la próxima visita.
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