·Cuando hagas tu planificación, calcula bien las distancias.
Entre ciudades a veces hay muchísimas horas de trayecto (nosotras hicimos 15
horas en un tren…) y a lo mejor vale la pena coger vuelos internos para
aprovechar más los días. También ten en cuenta las distancias dentro de las propias ciudades: en
Delhi siendo hora punta puedes
tardar 2 horas de ir de un lugar a otro
y esto puede hacer que pierdas mucho tiempo y se te desbarajuste el plan del
día.
Echa un ojo a los horarios de los monumentos: casi todos
cierran algún día (incluido el Taj Mahal) y vale la pena asegurarse que lo que
se quiere visitar está abierto los días que estás en esa ciudad.
Para visitar el Taj Mahal sin mucha gente, el truco es madrugar
muchísimo (abren puertas a las 5am y nosotras llegamos a las 4:30am), no llevar mochilas, para así agilizar el proceso del control de seguridad, y comprar la entrada
on-line con antelación.
Cuando suena el despertador da muchísima pereza, pero tener esa maravilla del
mundo solo para ti…hace que valga absolutamente la pena.
Si puedes, organiza la ruta entrando por una ciudad y saliendo por
otra distinta. Nosotras visitamos Delhi a nuestra llegada y regreso y, si hubiésemos vuelto desde Bombay
o Goa, por ejemplo, hubiésemos podido visitar 1 ciudad más. Normalmente esto
tiene un coste más elevado, pero vale la pena por lo menos plantarlo.
Ves graduando tu tolerancia al picante poco a poco. Cuando
pides algo de comida
que algo sea 0 picante, sí que es picante. Así que te recomiendo que empieces
por pedirlo así y,
si crees que es poco para ti,
vayas pidiendo la comida con un punto
más picante. En los lugares turísticos ya saben que la tolerancia de los
occidentales no es la suya y van con cuidado (¡pero hasta las pizzas que pedimos eran picantes!). Si realmente no
soportas nada el picante, te recomiendo que digas que eres alérgico: solo así conseguimos platos
absolutamente 0 picantes.
No des dinero a los niños que piden por la calle. Se te romperá el corazón al
verlos y querrás ayudarlos, pero dándoles dinero consigues el efecto contrario:
la tasa de escolarización es muy baja en la India y familias con problemas
económicos sacan a sus hijos de las aulas para que pidan por las calles. Dándoles
dinero solo consigues que las familias encuentren un rendimiento económico en
la falta de alfabetización de los niños del país.