Si podéis, os recomiendo que dediquéis un dia a la ciudad de Chaouen, una maravilla que hasta hace poco estaba escondida en Marruecos y en los últimos años se ha hecho super famosa gracias (o por culpa) a las redes sociales. Está a unas 3 horas y media de la ciudad y se puede visitar en transporte público aunque sin duda alguna recomiendo hacerlo de forma privada. Es mucho más rápido y más cómodo y puede que tu experiencia cambie radicalmente. Nosotras lo hicimos con Morocco Shining Tours. Los contactamos a través de Instagram (su cuenta es @moroccoshiningtours) y fue lo mejor que pudimos hacer. Hasan, el joven empresario que lleva este negocio, nos vino a recoger a la hora que le pedimos, nos llevó a desayunar y nos fue explicando mil historias en el trayecto hasta Chaouen. Una vez allí nos dio todo el tiempo que quisimos para recorrer la ciudad y hacer nuestras compras, volviendo a quedar con él en el punto que nos fue mejor. Si estáis planeando una visitada privada a Chaouen, ¡os lo recomiendo al 100%!
Volviendo a la ciudad, Chaouen es un entramado de calles azules que hace que pasear por ellas sea una maravilla. La explicación por la que toda la ciudad es azul varia segun quién te lo explica: dicen que fue la ciudad de refugio para muchos judíos y estos la pintaron de este color, también dicen que este color hace que haya menos mosquitos en verano o también que el azul es el color de la libertad. Hasan nos dijo que seguramente era una mezcla de las 3 :)
Nosotras dudamos si pasar una noche allí o no (para evitar tantas horas de coche en el mismo día). Finalmente, decidimos que lo hacíamos todo el mismo día y creo que fue un acierto: la ciudad es preciosa y vale muchísimo la pena perderse por sus calles y conocerla bien, pero es pequeña y en 4-5 horas la tienes más que vista.