Día 8: Tokio: Akihabara y Shibuya
Tokio no te la acabas. Ni en 5 ni en 10 ni en 20 días. Así que nosotros intentamos aprovechar al máximo el tiempo y descubrir los barrios más significativos. El tren entre Kioto y Tokio tarda alrededor de 4 horas, con lo que llegamos a Tokio al mediodía. Por la tarde, visitamos Akihabara ( el barrio más freak de la ciudad) y Shibuya (con el famoso cruce más concurrido del mundo). Debo reconocer que esa noche, tuve un momento de decir: "¡wow! demasiados estímulos" y necesitar descansar de tantos rascacielos, pantallas, luz y sonido....es una locura digna de vivir.
Día 9: Nikko y Shinjuku
Aunque había gente que nos había dicho que después de visitar Kioto, Nikko no nos iba a impresionar, para mí es una de las paradas imprescindibles en un primer viaje a Japón. Sus templos, su puente, sus calles en medio de las montañas...me parecieron espectaculares y, sin duda, lo recomiendo muchísimo. Pasamos todo el día en esta ciudad (que, además, está a casi 2 horas de Tokio) y, por la noche, para contrarrestar toda la paz y tranquilidad que me había aportado esta ciudad, paseamos y cenamos por Shinjuku, otra locura de barrio, de gente y de colores. Si visitáis Shinjuku no os podéis perder Omoide Yokocho: un antiguo callejón de la época de la segunda guerra mundial que tiene bares del tamaño de un armario. Es, de nuevo, salir del neón y entrar en el japón más antiguo y tradicional.
Día 10: Palacio Imperial, parque Yoyogi, Santuario Meiji y de nuevo Akihabara
Este día lo dedicamos a algunos de los puntos imprescindibles de Tokio. El Palacio Imperial no lo visitamos por dentro (creo que se puede si llegas muy pronto, pero no fue nuestro caso) pero recomiendo pasear por los alrededores. Después, visitamos el parque Yoyogi y el Santuario Meiji que de nuevo me impresionó por sus dimensiones y por el contraste con las calles de alrededor. Es como entrar a otra dimensión. Y por último, volvimos por la zona de Akihabara: Albert se había empeñado en que conseguía un peluche en las máquinas-pinza y no se iba a volver sin él (lo consiguió por cierto :) ).
Día 11: Asakusa, Mirador del ayuntamiento y Cena en Estrella Michelín
Seguimos conociendo Tokio y este día dedicamos tiempo a Asakusa, uno de los barrios más tradicionales dónde se encuentra un templo con su mismo nombre que, aunque parezca mentira después de haber visto tantos, volvió a encantarme por su tamaño, su pagoda y los jardines de su alrededor. Por la zona hay muchas tiendas dónde comprar souvenirs y acabamos pasando la mañana por la zona. Por la tarde nos fuimos al mirador del ayuntamiento que es gratuito y ofrece una de las mejores vistas de la ciudad (estaba nublado cuando nosotros fuimos y no pudimos ver el Monte Fuji). Por la noche, fuimos al restaurante Nakiryu, restaurante con 1 Estrella Michelín desde 2017 y dónde el plato de ramen cuesta 10€. ¡Una pasada! Tuvimos que hacer 1 horita de cola pero valió 100% la pena.
Día 12: Disney Sea Tokio