Penelles, el pueblo que podría competir con NYC en materia de street art
Para poneros en situación, Penelles es un pequeño pueblo en la provincia de Lleida con menos de 500 habitantes. Hasta hace relativamente poco vivía básicamente de la agricultura, pero gracias al Festival GarGar el turismo ha llegado al pueblo para conocer de primera mano todo el arte callejero que se esconde entre sus calles. Seguid leyendo si os ha picado la curiosidad.
El pueblo está formado por muy poquitas calles que actualmente parecen más un museo al aire libre que una clásica zona rural. En casi cada esquina, calle o fachada encuentras una pintura hecha por alguno de los 50 grafiteros que en los últimos años ha participado en el Festival GarGar. Este festival es una iniciativa apadrinada por el ayuntamiento a partir de la propuesta de dos empresas locales de diseño gráfico y estampación para modernizar el pueblo, darle visibilidad internacional y apostar por el arte como herramienta para conseguirlo.
Estuve informándome antes de ir porque me pareció super curioso y el nombre del festival resume básicamente su esencia: Gargar es el ruido que hace la ganga, un ave local en peligro de extinción. Con esta iniciativa lo que justamente el pueblo busca es eso: reinvertarse para no morir. ¿Hay forma más original y llamativa de hacerlo que con arte en las calles?
En esta iniciativa participan grafiteros de todas las edades que tienen que cumplir una serie de requisitos; entre ellos que todas las pinturas tengan el tema común del mundo rural. La idea es evitar temáticas políticas o religiosas y centrarse sencillamente en su realidad. Todos los artistas que participan anualmente en el festival (van por la 4a edición) lo hacen por amor al arte: el ayuntamiento solo les cubre la pintura y la estancia. El festival se ha hecho tan conocido que a la última edición vinieron grafiteros de Francia, Inglaterra o Portugal.
Después de toda esta explicación os doy alguna información práctica: el pueblo es pequeñito y en 1 hora has podido hacer todo el recorrido. En el centro de información y en alguno de los bares venden un mapa con el recorrido a seguir e información de cada graffiti. Para tomar algo es ideal el Bar El Taller ubicado en un antiguo taller mecánico con una pintura de Marc Márquez presidiendo toda la fachada.
Nosotros hemos aprovechado una escapadita a Lleida para visitarlo y realmente, nos ha enamorado. Sabiendo que cada año crece y se reinventa, estamos seguros de que pronto volveremos.