En esta zona se puede visitar País Bassari y País Bedik, depende de los días que quieras dedicarle. En nuestro caso, queríamos pasar solo dos noches así que nos decantamos por País Bedik. El plan era visitar Iwol y después las cascadas de Lindecelo, pero como era temporada de lluvias no se podía acceder.
A primera hora nos dirijimos al mercado de Kedougou a buscar al guía que iba a acompañarnos durante todo el día a visitar los poblados. Con él desayunamos en un bar super auténtico y compramos algunos regalos para subirles a los niños que íbamos a ver durante el día. Para llegar a Iwol caminamos cuesta arriba alrededor de hora y media a través de un paisaje verde y frondoso que, llegados a cierto punto, nos permitió tener unas visitas espectaculares del país vecino: Guinea.
La visita al poblado fue muy especial. Justo esos días estaban haciendo el Ritual de la cosecha, días en que todo el mundo trabaja las tierras del jefe del poblado. Muchos se cubrían con máscaras étnicas y realizaban diferentes danzas, lo que nos hizo sentirnos muy afortunadas de poder vivir ese momento. Durante el día estuvimos trabajando la tierra con ellos (no voy a mentir, aguanté 2 minutos) y cuidamos de sus bebés para que las mujeres no tuviesen que picar la tierra con los niños a la espalda. Sin duda alguna, uno de los días estelares del viaje. De vuelta a Iwol estuvimos jugando con los más pequeños del poblado antes de coger el coche y dirigirnos a Mako.
Si hubiésemos tenido algun día más para visitar la zona, hubiésemos ido a la reserva natural de Niokolo Koba. Es patrimonio de la UNESCO y se caracteriza por la gran variedad de aves que habitan.